Nuestra historia

Desde muy joven, siempre soñé con montar mi propia tienda de moda. Recuerdo pasar horas imaginando escaparates llenos de estilo y clientas sonrientes. Sin embargo, la vida me llevó primero por otro camino: el de mi familia. Decidí aparcar mi sueño para dedicarme a criar a mis hijos, sabiendo en el fondo de mi corazón que, cuando ellos fueran mayores, retomaría ese anhelo. Años después, con mis hijos más independientes, sentí que había llegado el momento de hacer realidad aquel sueño que había guardado con tanto cariño.

Hace 10 años, con nervios y muchísima ilusión, abrí las puertas de mi primera tienda Myself en Cornellà de Llobregat. Aquel primer día está grabado en mi memoria: temblaba de emoción mientras colocaba cada prenda con mimo y detalle, deseando que cada rincón transmitiera calidez. A primera hora entró mi primera clienta. Jamás olvidaré su sonrisa al probarse un vestido; sus ojos brillaban tanto como los míos, sintiéndose segura y preciosa, y yo confirmando que este proyecto valía la pena. Su confianza en mí fue el impulso que me hizo saber que estaba en el camino correcto.

Tres años después de aquella inauguración, gracias al apoyo de tantas mujeres maravillosas que confiaron en mí, abrí una segunda tienda bajo el mismo nombre, Myself. Cada tienda se convirtió en mucho más que un lugar para comprar ropa: era un punto de encuentro, un pequeño hogar donde cada mujer que entraba se sentía escuchada y especial. Siempre me ha apasionado la moda, pero sobre todo la comunicación y la conexión con las personas. Me encanta ayudar a otras mujeres a sentirse seguras a través de su estilo, ofreciendo un consejo sincero, compartiendo una risa en el probador o celebrando juntas cuando encuentran esa prenda que les ilumina la mirada.

Con los años he aprendido que el verdadero valor de MyselfShop no está solo en la ropa que ofrecemos, sino en la cercanía, el mimo por el detalle y la conexión con mujeres reales. Detrás de cada prenda seleccionada pongo el corazón, pensando en que te haga sentir auténtica y empoderada. Para mí, cada clienta es parte de esta familia; he reído, emocionado y aprendido con cada historia compartida entre perchas y espejos. Esas vivencias son las que dan sentido a todo y las que han definido los valores de nuestra marca.

Hoy, al mirar atrás, me emociona ver lo que hemos construido juntas en esta década. Sigo recordando de dónde empezó todo: aquella joven soñadora que un día decidió dar el paso y la mujer que soy ahora, rodeada de una comunidad increíble. Ahora, con nuestra tienda online, puedo llegar a muchas más personas sin perder esa atención personal y cercana que nos caracteriza. Sigo eligiendo cada artículo pensando en ti, en lo que te hará sentir especial, como si te lo estuviera apartando en la tienda física con el mismo cariño de siempre.

Gracias por leer mi historia y por formar parte de esta aventura que crece día a día. Descubre nuestra selección hecha con el corazón. Estoy encantada de que tú también seas parte de MyselfShop, donde cada detalle está pensado para ti.

Con cariño,
Lidia Cantos
Fundadora de MyselfShop